Venga... y qué más?

Estos días han sido raros...
Raros porque cuando confié en que alguien podía llegar a sentir por mi algo bonito, y cuando yo sentí ese algo bonito por alguien, la lógica se impuso, no sé si la lógica, el miedo... pero bueno, que se acabó.
Espero seguir contando contigo cuando esté lejos... pero no será en Kosovo.
Al menos no hasta que mañana no me aseguren si es compatible una comisión de servicio en Kosovo con una vacante de 3 años en Napoles, Italia.
Esta mañana he pasado por el cuartel, y me han adelantado por correo oficial, que la semana que viene saldrá mi nombre con mi nuevo destino, 3 años a tomar por el culo, comiendo pasta y pizza... Lo que no me han dicho es si ese destino es compatible con la comisión de servicio, que para ser sinceros, si lo fuera, me haría un hijo de madera, porque entre el pastón que cobraría y la experiencia de poder estar con gente tan fantástica como lo son mis compañeros de misión, sería un lujo...
Pero bueno, por ahora solo hay claras dos cosas:
1- que no se si realmente hay alguien que no tenga miedo
2- el 1 de agosto paso a estar destinada tres añitos en Italia, en el Eurocuerpo.
Ale, por hoy ya es suficiente, sólo puedo decir que tengo miedo, que me he pegado la tarde sin parar de pensar, nerviosa y hasta llorando... que es mucho tiempo, lo sé, pero bueno, como siempre digo, soy consecuente con mis actos...
Un besico y sed buenos, y no dejeis de perseguir ilusiones y luchad por vuestros sueños.

¿Quién soy?

Soy esa que sueña despierta aun cuando duerme poco.
Esa amiga con quien puedes contar cuando necesitas un abrazo o unas risas.
La que habla con sus gatos y los cuida como niños pequeños, la que no puede evitar llorar ante un animal muerto y que acogería a cualquier perrito abandonado, la que tiene pánico a las arañas.
Quien siempre tiene una frase de consuelo ante un problema, pero se guarda los suyos por no molestar.
Soy la que se ilusiona con un rayo de sol, con el color de una flor en el camino, con una sonrisa.
La que se estremece con la calidez de un abrazo, con el tacto de una mano amiga, con la mirada brillante de unos ojos sinceros, con un soplo de aire frio.
La que cuando se aburre se pone a hacer cosas en casa, aun con el pie mal, pero no sabe parar quieta o qué hacer para no pensar demasiado.
Esa que en cuanto llega a casa se pone el pijama, que prefiere salir en chándal, que se siente más ella misma cuando se fuma un cigarro con los amigos y unos cafés de por medio.
La que defiende a quienes quiere como una auténtica leona, y no duda en sacar las uñas para defenderse cuando se siente atacada.
La que sabe pedir perdón cuando se equivoca y reconoce sus muchas carencias.
Soy la humilde, el patito feo que crece y se hace cisne.
La que adora las sorpresas y se deshace en detalles para que quienes la rodean se sientan bien.
Esa que disfruta metiéndose 3 horas en la cocina, para preparar una cena con los amigos, la que desearía preparar esa cena para ese ser especial.
Quien quiere llamarte y despertarte un día, sólo por oir tu voz, sólo por pensar que ese día merece la pena, sólo por sentirte un poquito más cerca y mira a su lado en la cama, buscándote.
La que no cambiaría por nada una peli en casa con la compañía adecuada.
Esa que en verano le gusta mojarse bajo la lluvia, mirando el horizonte, para despues prepararse un colacao y seguir viendo el agua caer desde la ventana, y que a la vez tiene miedo las tormentas.
La que se pone nerviosa cuando quien la conoce bien la mira a los ojos.
Quien siempre tiene una sonrisa, aunque sea melancólica, y quien a su vez necesita esas sonrisas cercanas para poder seguir adelante.
Esa mujer dura, frágil como el cristal, luchadora, llena de miedos que afrontar, sincera, con secretos fáciles de conocer, responsable y divertida cuando está cómoda.
Soy la que en breves se irá a Kosovo, a cumplir un sueño, pero que está deseando volver para cumplir otro, o continuarlo, o empezarlo...
Quien cada día descubre algo nuevo, experimenta cosas nuevas y a lo único que no teme es a lo que la hace sentir bien.
La que se deja guiar por su corazón, la que espera cada día una llamada, un mensaje, una conversación.
La que está deseando que lo que siente, sea correspondido, y crezca y se haga enorme y sea eterno, la que sueña despierta aun cuando duerme poco.
Pues sí, creo que esa soy, y el caso es que me gusta.

Insomnio

Llevo unos días un poco extraños... No sólo porque la uña duela y yo sea una miedica respecto al dolor...
Todavía no he empezado a preparar nada de las mochilas que me llevaré dentro de 1 mes a mi misión y el caso es que sé que lo mas importante me lo voy a dejar aqui.
No, no me olvidaré el gel, o el cepillo de dientes, no, de eso estoy segura. Dejaré aquí algo mucho más importante, de lo que mañana tendré un adelanto, de lo que disfrutaré pasajeramente durante unas horas...
Como dice una canción que me emocionó hace un tiempo: "Ay, mi piel... que no haría yo por tí, por tenerte un segundo, alejados del mundo y cerquita de mi". Yo sé que no es la música que te gusta, que pese a ser tan iguales, somos tan diferentes... quizás por eso estoy deseando que llegue mañana.
Son las 2:20 de la madrugada, apenas 15 horas... sólo 15 horas que van a ser eternas y luego un tiempo que volará, que como siempre, me dejará con ganas de mucho más... pero bueno, supongo que es lo que hay.
Rectifico uno de los párrafos de este blog: si puedo sentir, si puedo ilusionarme y no, no tengo el corazón de hielo, es algo que he comprobado en estos días.
Bueno, que voy a intentar leer, a ver si consigo dormir, porque ahora mismo es lo único que hace que el tiempo vuele, eso y una conversación interesante, algo de música de los Children of Bodom (aunque me ponga hiperactiva), un pase privado de un ensayo, mirando a escondidas...
Que ganas tengo de que llegue mañana, por Dios!!!!!
Un besico, sed buenos y sobre todo, ilusionaros... Y un buen consejo, no tengais miedo, y si en algún momento no sabeis si tiraros a la piscina, respirad hondo, cerrad los ojos y lanzaros... Esa táctica esta semana me ha reportado sensaciones que pensé que no volvería a tener. Gracias por haberla compartido conmigo, cielo.