Mi punto de vista ha cambiado, no porque yo haya querido, sino porque me han obligado.
El cielo no tiene el mismo color azul triste que me acompañaba desde hace varios meses, está adquiriendo un tono azul alegria, no se si es la primavera o las nuevas ilusiones...
El crotar de las cigüeñas ya no se me antoja melancólico, sino que me revela el permanecer del amor imperecedero, la fidelidad eterna a la pareja soñada, adorada y querida...
La soledad de esta casa poco a poco se va tornando en paz, no en desesperación, el espacio vacio se va llenando de trabajo, de ganas de salir a flote...
¿Soledad? Puede ser que la soledad este siendo mi compañera, antes impuesta, ahora aceptada y comprendida, pero no compartida, en eso si que voy a ser egoista, mi soledad es mia, mi pena es mia, y mis esfuerzos y futuros logros también serán mios.
Si nos enseña cosas la vida, a mi me está enseñando a volver a saber quien soy, a mirarme al espejo y reconocerme, a aceptarme a mi misma como no lo han hecho antes.
¿Nueva etapa? No. El renacer del ave fénix de sus cenizas.
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